27 septiembre 2009

Mucho hielo alrededor de la Antártida


La banquisa de hielo marino que rodea
la Antártida desaparece casi por completo al final de los veranos australes pero alcanza una extensión de casi 20 millones de km2 (40 veces la de España) al final del invierno austral (es decir, ahora).

En 1979 se iniciaron las mediciones por satélite. La medición de la extensión del hielo marino es mucho más fácil de efectuar y más fiable que el de la temperatura media y que la del volumen y el espesor del hielo
continental.

El incremento del CO2 es el mismo en el Polo Sur que en el Polo Norte. Conviene recordarlo.

Este año la extensión de los hielos marinos (y se entiende por "extensión" el área oceánica en la que la superficie está congelada en más de un 15 %) lleva muchos meses por encima de la media del período 1979-2000 (en azul, en la figura de abajo).


26 septiembre 2009

En Bolsa, mejor carbón que renovables

Evolución del índice del sector de la energía renovable desde hace un año en la Bolsa de Nueva York

Evolución del índice del sector del carbón desde hace un año en la Bolsa de Nueva York


Hay todavía 1.600 millones de personas sin electricidad pero "The Times", el periódico conservador británico, muy preocupado por las emisiones de CO2 se escandalizaba el otro día de que el Banco Mundial financie nuevas centrales térmicas de carbón en países emergentes. Acompañaba al título una artística foto de minero, sudor, hollín y cucarachas.

El Banco Mundial, entre otros proyectos, financia con 5.000 millones de dólares, la construcción de varias centrales térmicas de carbón en Sudáfrica, de lo que ya hablé en otro post, en donde la fabricación de las turbinas de la mayor (Medupi, 4.800 MW) está a cargo de la firma Alstom. Francesa.

Al carbón le va bien, a pesar de que eso escandalice a los de izquierda y a los de derecha y a los que están en las dos partes.

Pongo arriba las gráficas de evolución desde hace un año del índice DowJones del sector de las energías renovables (calculado con 54 empresas) y del sector del carbón (calculado con 29 empresas) en la Bolsa de Nueva York.

Es evidente que a pesar de la demonización mediática de uno y la sacralización de las otras, a los listos que en los últimos meses han invertido en acciones de compañías de carbón les ha ido mejor que a los tontos que han invertido en acciones de energías renovables.

Y usted perdone, si es uno de los que lee periódicos y se ha equivocado.











23 septiembre 2009

España no se desertiza

ONG's y periodistas no dejan de engañar a la gente desde hace años: España se desertiza. Las observaciones, por el contrario, muestran lo contrario: cada vez España es más verde, cada vez hay más árboles. Un estudio presentado ayer en Avila en el congreso de la Sociedad Española de Ciencias Forestales indica que en España hay hoy 17.804 millones de árboles (unos 450 árboles por cada persona).

"Tenemos muchos más árboles de los que creemos. Ya está bien de dar una visión catastrofista. España crea más bosque que EE UU y es el segundo país del mundo en reforestación sólo por detrás de China", explica Álvaro Picardo, autor del estudio.

Lo leo en la edición digital de "El País", no en la impresa, en donde los reporteros siguen rasgándose las vestiduras por la ineficiencia de las grandes potencias en la lucha contra el cambio climático, que ellos identifican, claro está, con la disminución de las emisiones de CO2.

El mismo periodista que en la edición digital da la noticia de que el número de árboles en España se ha más que duplicado en 35 años, en la edición impresa se calla y hace un elogio de la propaganda de lo contrario, de la película "The Age of Stupid", producida por Leonardo di Caprio, que nos pronostica una tierra esquilmada.

Picardo, científico de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, explicó las causas del aumento en el número de ejemplares: "El abandono de la agricultura y la ganadería hace que los árboles reconquisten terreno. Y eso tarda en notarse pero al final es muy importante y compensa la superficie quemada ". Es decir que el aumento se ha producido en gran parte debido a razones naturales, sin necesidad de niños y políticos plantando arbolitos y otras zarandajas.

20 septiembre 2009

Artico azul y blanco


Un tema preferido de agitación propagandística suele ser en verano el deshielo del Artico. Este septiembre los medios se han exaltado y aparentan haberse escandalizado (veáse hoy mismo El País) porque dos mercantes noruegos de la compañía Beluga hubiesen podido navegar por la costa siberiana del Artico, desde Corea hasta Siberia, aprovechando el deshielo del final del verano. Acompañados, por si acaso, de dos rompehielos nucleares rusos, admitían y escribían algunos. Según una nota del presidente de la compañía naviera, Niels Stolberg, el tránsito por el paso del nordeste de dos cargueros de tal tamaño fue posible por la gran preparación y el magnífico trabajo de equipo de los capitanes y de su tripulación, así como de unas fiables predicciones meteorológicas. Pero si necesitaron del acompañamiento de dos formidables rompehielos rusos, aunque sólo fuese para hacerles compañía, no debió salirles barato el viaje.

La verdad es que deberíamos congratularnos por la hazaña tecnológica y reaccionar de forma opuesta a la desmoralización en la que continuamente los medios tratan de hundirnos (hundiéndose primero ellos). En el colmo del delirio verborreico, el diario británico Independent titulaba : “Un triunfo para el Hombre, un desastre para la Humanidad”.

Es verdad que, a diferencia del hielo marino invernal que rodea la Antártida, que tiende a aumentar, la tendencia en las dos últimas décadas del hielo veraniego en el Artico ha sido a disminuir. Es decir, que los mínimos han tendido a ser cada vez más bajos. Pero precisamente este año no ha ocurrido así. La publicación de la hazaña de los cargueros alemanes tapa lo que debería haber sido más noticiable: este verano del 2009 el hielo marino del Artico se ha encogido menos que el año pasado y el anterior. El Artico ha estado más blanco, menos azul. Arriba pongo los mapas del 19 de septiembre del 2007 y del 2009. Como se ve en la figura, en donde con colores morados se muestra la concentración del hielo, el paso del nordeste estuvo más impracticable entonces por una barrera entre Severnaya Zemlya y el continente, pero la extensión total del hielo marino era en la misma fecha bastante menor que la actual.

Ahora, a medida que se acorta el día y el Artico se sume en la oscuridad, las temperaturas de nuevo descienden muy por debajo de cero y los primeros metros de las aguas superficiales se congelan. La extensión de esta delgada cubierta de hielo marino, desde mediados de septiembre, aumenta. De hecho ha empezado ya a aumentar. Llegará a su máximo, de nuevo, a mediados de marzo, luego se reducirá y el ciclo, dirigido por el Sol, continuará.

ref. ArticoComparacion

19 septiembre 2009

Política de categoría


Recuerdo cómo en Septiembre del 2002 el canciller Gerhard Schröder ganó su reelección, cuando parecía ya perdida, gracias a unas providenciales inundaciones que le cayeron del cielo en plena campaña. Era verano, y con el calentamiento global y el frío de unas borrascas, pues llovió un montón en Alemania. Natural.

Así que el candidato puso cara de Charlton Heston, se calzó unas botas altas de goma, cogió una pala, separó las aguas del Elba como si fueran las del Mar Rojo, echó la culpa al CO2 y ganó las elecciones por los pelos (o por el chubasquero tan impermeable, verde e impresionante que llevaba).

Importa mucho el tiempo en las votaciones.

Luego, al cabo de unos años, el canciller se aburrió del puesto, se lo dejó a Angela Merkel y se puso a trabajar para el Gazprom de los rusos. Y allí sigue desde hace años, entre gases fósiles, este campeón de los cínicos.

Se cuenta que la histérica historia del calentamiento global nació en el verano de 1988 en Estados Unidos, cuando a los periodistas y políticos de Washington y Nueva York les tocó pasar un verano agobiante. James Hansen, de la NASA, abrió entonces el programa con un famoso informe en el Congreso.

En este verano de 2009, en cambio, la temperatura media ha sido allí más baja de lo normal, al igual que en la mayor parte del país. Así que el propio partido demócrata ha decidido dejar para más adelante la Ley del Clima, o como se llame, que pretendía aprobar antes del mundial de Copenhague.

Temperatura media en Estados Unidos, Junio-Agosto, desde 1895 hasta 2009.

Las curvas de temperatura en aquel país dicen lo que dicen, que no hay una aceleración del calentamiento, sino más bien un cierto enfriamiento y que este año es probable que en Estados Unidos la temperatura media quede por debajo de la media histórica.

No está el tiempo para sacar el chubasquero. Mejor esperamos.



10 septiembre 2009

Ahorcado está


En un post anterior me he referido a los grandes cambios en el reparto estacional de la energía solar como factores decisivos en el comienzo y final de los períodos glaciales e interglaciales. Más insolación en verano y menos en invierno, o viceversa, y que son debidos a la diferente configuración de la órbita de la Tierra alrededor del Sol o a los cambios lentos en la inclinación del eje terrestre.

Aparte de estos cambios astronómicos estacionales de la insolación que llega a la Tierra y que suponen variaciones en algunas latitudes de decenas de Watios por metro cuadrado en tal o cual estación del año, existen otros pequeños cambios, menores y de ciclos mucho más cortos, de la energía que sale del Sol, y que no están relacionados con la órbita terrestre ni con la inclinación del eje.

Muy estudiados desde hace siglos son los ciclos solares de 11 años, en los que en la superficie del Sol van apareciendo y desapareciendo manchas que se relacionan con cambios en su emisión de energía. Pero entre un máximo y un mínimo de estos ciclos de 11 años, la variación es muy pequeña, de tan sólo unos 0,2 Watios por metro cuadrado.

Durante estos últimos tiempos, revistas como Nature y Science, muy comprometidas con la cruzada contra el CO2, han menospreciado la influencia de estos ciclos sobre la evolución del clima presente. Ahora estamos pasando por un mínimo desde hace muchos meses, sin manchas, y comienza a intrigar la tardanza en el comienzo del próximo ciclo, por lo que comienzan de nuevo a ponerse de moda los ciclos solares de 11 años. Así que esas revistas, por si acaso, comienzan a cubrirse y publican, por ejemplo en Science la semana pasada, un artículo que comienza así :

"Uno de los misterios que afectan al sistema climático de la Tierra es por qué las relativamente pequeñas fluctuaciones en la intensidad solar en ciclos de 11 años pueden producir la magnitud de la señal climática que se observa en el Pacífico Tropical asociado a esa variabilidad solar "

Luego sigue un "intenso" artículo sobre un modelo que intenta demostrar esta relación articulando una serie de complicadas conexiones entre los cambios en la insolación, la evaporación, las precipitaciones, las presiones, los vientos, las corrientes de agua en el Pacífico y tal y tal... Bastante complicado, especulativo y cosido con alfileres (a cualquier otro esto no se lo hubiesen publicado, pero como el autor principal es un senior del IPCC, afecto al régimen, pues sí).

La gráfica que pongo arriba, de Wikipedia y que me envía un lector, representa esta variación de la frecuencia de manchas solares en los últimos siglos. Se observan ciclos de 11 años, pero también una subida de los máximos durante el siglo XX, que por algún efecto secundario y amplificador (rayos cósmicos y nubosidad, radiación ultravioleta y formación de ozono, etc) podría explicar en parte la ligera subida de la temperatura media global que se supone ha sido de unos 0,7ºC .

En definitiva, la ciencia climática está que bulle, pero el CO2 ya ha sido ahorcado y más de uno se ha llenado el bolsillo con la recompensa generosamente repartida. Y no piensan soltarla.


ref. G. Meehl et al., "Amplifying the Pacific climate system response to a small 11-year solar cycle forcing", Science 28 August 2009



07 septiembre 2009

Filtros



En la cuestión del calentamiento global es cuestión de exagerar y por eso las agencias de prensa aplican filtros a lo que no concuerda con el alarmismo. Durante este verano que pronto acaba, el del hemisferio norte, la frecuencia de huracanes en el Atlántico está siendo bajísima, lo cual ha sido propiciado probablemente por unas temperaturas anómalamente frías en las aguas de su trayectoria. En la prensa, nada.

Un segundo filtro no ha dejado pasar tampoco la noticia de que el hielo marino del Artico se ha encogido menos que el año pasado y que el anterior, lo cual también ha roto las previsiones que hicieron antes de las temporada los institutos científicos dedicados a su estudio.

Menos mal que está internet y somos cada vez más los que vamos directamente, y diariamente, a los datos, consultando la evolución de la extensión del hielo (por ejemplo, aquí : Artico extensión) y la evolución de la actividad ciclónica en el Atlántico (por ejemplo, aquí: Huracanes). Y para hallar nuevas fuentes, consultar novedades y discutir lo discutible, lo hacemos, no en la decadente prensa, sino en foros abiertos, de gente libre, como la sección Climatología del foro meteored y blogs como el de Balsero en valdeperrillos.com