30 septiembre 2007

La marea de ayer


Salieron ayer en el El Diario Vasco estas fotos. Son una vista de la playa de La Concha, aquí, en San Sebastián. Fueron tomadas con una diferencia de poco más de seis horas entre una y otra, cuando por caprichos de la Luna, del Sol y de la Tierra, la diferencia entre la pleamar y la bajamar fue de 5,33 metros. Y no había olas, ni tsunamis.

Qué nos importará a los cangrejos que de aquí al 2050 nos suban o bajen las mareas 10 o 20 centímetros más, como pronostica el IPCC. No somos bobos, nos moveremos y ya.

Me escribe el dueño de una casa que tiene un molino de mareas en la ría de Gernika, y que no ha cambiado de lugar desde que se construyó allí hace siglos. Cuando sube la marea atrapa el agua en una piscina, cuando baja, la deja caer. Me dice que nadie mejor que él para saber si en las pleamares sube el mar más o menos que antes. Y no ha notado nada especial en los últimos 40 años. Tampoco.


ps. sobre la subida del mar, tengo esta página aquí

26 septiembre 2007

Alimentos


A pesar del pretendido empeoramiento global del clima, la producción global de alimentos ha aumentado en las últimas décadas bastante más que el crecimiento de la población humana. Según un índice de la FAO la producción alimentaria global se ha multiplicado por dos veces y media desde 1960, mientras que el crecimiento de la población no ha llegado a duplicarse. En la gráfica de arriba la línea azul representa la producción de alimentos y la línea roja superior el aumento de la población. La línea roja de abajo refleja la población con una alimentación insuficiente.

La mejora no se ha debido al cultivo de más tierra sino a la mejora enorme de la productividad por hectárea cultivada, tanto debida a la mayor extensión de los regadíos como al mayor y mejor uso de pesticidas y fertilizantes. En la figura de la derecha se representa la evolución de la productividad de cereales, en toneladas por hectárea, según diversas regiones. En los países desarrollados lo cosechado por hectárea se ha más que duplicado pero en los países subdesarrollados de Africa apenas ha mejorado.

Pongo abajo otra gráfica más sobre la utilización de fertilizantes por regiones, que es bastante indicativa de que el subdesarrollo no se debe al cambio climático, sino a la falta de medios para desarrollar una moderna agricultura.



referencias: FAOstat
Africa Renewal

21 septiembre 2007

EEUU, más limpio


Está mal decirlo (sobre todo yo, que soy de izquierdas) pero en Estados Unidos el aire está cada vez más limpio. Leo una información del Periódico de Catalunya que entre las grandes ciudades más contaminadas del mundo por partículas flotantes Los Angeles está en el puesto 13 y Nueva York en el 24. Barcelona está en el 8 (dicen en el Periódico que la primera razón del mal puesto de Barcelona es porque llueve menos, qué risa).

Las tres más contaminadas del ranking son Nueva Delhi, Pekín y Bombay. No es porque llueve menos, es porque tienen que quemar combustibles de todo tipo, lo que pueden y como pueden, de forma más ineficiente y más sucia.

Aunque gracias a la propaganda extrañe a muchos, una combustión limpia es aquélla en la que los desechos resultantes son CO2 y H2O (como en la respiración). Y no otros.

Pongo arriba una gráfica de un informe reciente de la poderosa Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) de los Estados Unidos (pinchar en ella para verla más grande). El índice aglomerado de las emisiones de los seis contaminantes principales del aire se ha reducido a menos de la mitad desde 1970. Y a la vez el consumo de energía ha aumentado un 49% y los kilómetros recorridos un 177 %. Será que llueve más.

Los seis contaminantes que se consideran principales son:

1. el monóxido de carbono (CO)
2. los óxidos de nitrógeno (NOx) que producen ozono, es decir, óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2)
3. las partículas flotantes (humo)
4. el dióxido de azufre (SO2)
5. los compuestos volátiles orgánicos (VOC)
6. el plomo

Pongo abajo la tabla con la evolución de cada uno.



ref.: Air Trends, USA Environmental Protection Agency

19 septiembre 2007

Sin noticias del agujero


El agujero de ozono de la Antártida no es noticia. Y sin embargo, como las uvas y los higos, está de temporada.

El "agujero" no es un agujero. Es una disminución temporal, que dura de agosto a diciembre, en el total de ozono que hay sobre la Antártida. Se considera que hay "agujero" allí en donde el ozono total en la columna de aire, desde el suelo hasta la estratosfera, no supere las 220 unidades dobson, o lo que es lo mismo, unos 2,2 milímetros de grosor si todo él fuese traído a ras del suelo.

Arriba pongo el mapa del pasado día 16 de Septiembre en el que se indica la cantidad total de ozono, medido en unidades dobson.

El agujero de ozono de la Antártida, en donde el sol estos días apenas asoma unos grados por encima del horizonte, nunca ha sido peligroso para la población humana.

El agujero de la Antártida suele estar rodeado, como se observa en el mapa, de un anillo de alta concentración de ozono, que lo separa de las zonas pobladas. Quizás llegue a alcanzar el sur de Chile o de Argentina pero en algunas zonas tropicales, véase Indonesia, la cantidad de ozono es también pequeña, poco más de las 220 unidades dobson, y allí el Sol sí que pega. Es lo normal, ahora y siempre.

Cuando, allá por diciembre, se muevan los vientos que giran alrededor de la Antártida y se rompa su trayectoria circular, entrará ozono en el vórtice polar y sobre el continente austral se alcanzarán, como todos los años, máximos mundiales.

Abajo pongo un gráfico de la evolución del área del agujero. Se señala la evolución en diferentes años. La propaganda oficial nos dice que el Protocolo de Montreal, que en 1987 prohibió los CFCs, fue magnífico y resolvió el "problema". En realidad, la extensión del agujero del año pasado (en rojo) superó con creces la media, y este año (rombitos negros) lleva camino de lo mismo.


ref: Total Ozone Mapping Spectrometer (NASA)

17 septiembre 2007

Sospechoso habitual


No es verdad como publica "El País" este domingo que El paso del noroeste, entre Canadá y EEUU, (haya quedado) libre de hielo por primera vez en la historia.

El paso del noroeste es la posible ruta marina que entre las islas del norte de Canadá se puede seguir para alcanzar el Océano Pacífico desde el Océano Atlántico, aprovechando los pocos días que los canales entre ellas se deshielan. Recientes investigaciones basadas en el estudio de los fósiles de ballenas indican que posiblemente el paso estuvo abierto al principio del Holoceno, hace unos 10.000 años, y posiblemente también lo estuvo durante el óptimo climático (hypsithermal) del Holoceno medio, hace unos 6.000 años.

De quedar abierto el paso con una cierta permanencia lo podrían aprovechar los mercantes y disminuiría en cientos de millas la travesía de Europa a Asia. Pero ya en las últimas décadas diversos barcos pequeños han conseguido hacer la travesía en verano.

Una mañana de Junio de 1977 el marinero belga Willy de Roos zarpó de un puerto de Inglaterra y el 18 de Septiembre llegó al Pacífico habiendo seguido esa ruta ártica. La hazaña la realizó en su Williwaw, un yate de acero de 13 metros de eslora.

Como he dicho en el post anterior, a la vez que el Artico ha batido este verano el record de la extensión mínima del hielo, la banquisa de la Antártida está a punto de batir estos mismos días el record de la extensión invernal máxima. Es decir, lo contrario.


El CO2, sospechoso habitual, no ha podido cometer los dos crímenes, pues su concentración atmosférica en los dos sitios ha aumentado. El caso es más complejo de lo que pretende el periódico.

Abajo pongo una gráfica en la que se indica la evolución del CO2 en Barrow (estación del Artico, en el norte de Alaska, en azul) y en el Polo Sur (estación Amundsen-Scott, en negro). El incremento es el mismo aunque en Barrow los dientes de sierra estacionales son mayores debido a la influencia de los ciclos vegetativos del hemisferio norte.



ref.: J.E.Overland & K.Wood, 2003, Accounts from 19-th century canadian Actic Explorers'Logs, EOS, 84, 40
Fisher D. et al., 2006, Natural variability of Arctic Sea Ice over the Holocene, EOS, 28, 273
National Snow and Ice Data Center (NSIDC)

11 septiembre 2007

Osos y pingüinos


Estos días las banquisas, o hielos marinos, del Artico y de la Antártida cubren áreas muy desiguales. Pongo arriba dos mapas a la misma escala que permiten comparar visualmente la extensiones el pasado 7 de Septiembre.

Es ahora el final del verano boreal y la banquisa ártica queda muy reducida. Este año además ha batido ampliamente el récord de los mínimos desde 1979, año en la que comienzan las mediciones satelitales.

Es ahora también el final del invierno austral y la banquisa que rodea la Antártida cubre un área enorme, que también, aunque menos espectacularmente, ha batido el record de extensión máxima desde que se hacen mediciones.

Comienza a ponerse oscuro el Artico y a aclararse el cielo sobre la Antártida.

Dentro de seis meses la banquisa ártica, con un par de metros de espesor de hielo, recubrirá de nuevo todo ese océano y algunas aguas colindantes, como las del mar de Bering. Entre los huecos que se abran saldrán a respirar las focas. Los osos las estarán esperando ansiosos por zampárselas.

En la Antártida desaparecerá por completo la banquisa marina que la rodea. Los pingüinos tomarán el sol en las rocas de la costa. Para darse un chapuzón y comerse unas gambas no tendrán que caminar mucho pues el agua quedará ahí mismo, muy cerca.

referencia: Institute of Environmental Physics, University of Bremen

08 septiembre 2007

El color del CO2 es el verde


En un tenebroso anuncio de Medio Ambiente, el color del CO2 es un gris plomizo que provoca un cielo bajo y agobiante. En la realidad, el CO2 es un gas incoloro. No se ve. El cielo, sin nubes, sigue ahí, azul, y abajo, por chocante que sea, aumenta lo verde.

Se sabe que gran parte del CO2 emitido en la quema de combusibles fósiles no se queda en la atmósfera. Ese carbono atmosférico, gracias a la función clorofílica y a su combinación con el agua, renace en forma de carbono orgánico e incrementa el reservorio de los combustibles vivos, las plantas, los árboles. Aumentan las hojas, aumenta el verde. Por chocante que parezca.

Los análisis de la radiación reflejada captada desde satélites lo corroboran. Después se elaboran mapas, pero se publican poco. No en Nature o Science, por ejemplo.

En un artículo de Geophysical Research Letters encuentro el que pongo arriba. El artículo se titula "Efecto de los cambios del clima y del CO2 en el reverdecimiento del Hemisferio Norte durante las pasadas dos décadas". La conclusión según este estudio es que a escala hemisférica (por encima de 25ºN) el aumento térmico ha contribuído al reverdecimiento en un 31%, el de las precipitaciones en un 13%, y el incremento del CO2, potenciando la fotosíntesis, ha sido el factor más importante: un 49%.


ps. El mapa representa la variación del índice LAI (leaf area index) durante la estación de crecimiento Mayo-Septiembre. El índice LAI es el cociente entre la superficie de las hojas vivas y la superficie del suelo sobre la que crece la planta. Suele variar entre 0 y 5.

ref.: Piao S. et al., 2006, Effect of climate and CO2 changes on the greening of the Northern Hemisphere over the past two decades, GRL, 9 Diciembre 2006

03 septiembre 2007

Vendo carbón


No he visto nunca anuncios de carbón. No tiene necesidad del viento de la publicidad.

El carbón se lleva el 40% del pastel de la producción eléctrica global. Leo en Science que su participación va a ir en aumento en Estados Unidos: del 48% hoy al 55% esperado en el 2030. En China, en donde se construyen dos centrales térmicas de carbón por semana, supone el 80% de la fuente de electricidad y en la India el 70%. En Alemania, el 50% de la electricidad se obtiene del carbón y en España sigue siendo, con el 30%, la fuente abastecedora principal.

El carbón es abundante, hay reservas para siglos y está bien repartido. Si su precio no lo sube la ONU con la ayuda del IPCC, el carbón seguirá siendo por muchas décadas y a nivel global la fuente más barata de electricidad.

Su talón de Aquiles es que la utilización del carbón como fuente eléctrica supone nada menos que el 30% de las emisiones antrópicas de CO2. Esto es más que el CO2 producido por todo el transporte global. Por eso todos los negocios energéticos de fuentes diferentes, con la intención de llevarse más del "mix" (es decir, del pastel), le atacan, vía CO2, culpándole de los horrores del cambio climático.

Quizás tengan que buscar otros talones porque ya, ingenieros poco habladores, se las ingenian para poder recogerlo antes de que salga a la atmósfera. Ese CO2 recogido se guarda o se vende. Leo en ese artículo de Science que de una central térmica de carbón de Estados Unidos proviene casi todo el CO2 de las burbujas de las cocacolas que se toman los americanos.

Mientras, ganando tiempo a la competencia y a la subida inexorable del mar, que a mí ya me llega por las rodillas, los principales países exportadores, Australia, Indonesia, Rusia, Suráfrica, China, Colombia (más que café) ..., ponen piedritas en el Kioto 2.

ref.: "Making dirty coal plants cleaner", Science, 13 July 2007
World Coal Institute