14 marzo 2007

Hacia donde la paranoia nos lleve

Abro "Science" de la semana pasada y me encuentro con un artículo llamativo, que ocupa doble página y que se titula "Consecuencias de los conflictos nucleares a escala regional". El artículo viene ilustrado por el mapa grande que pongo abajo. Lo primero que pienso al verlo es: Dios mío, cuántos bombazos, cuánta radiación, cuántos muertos ! a dónde me escaparía yo ? (egoísta, siempre pensando en mí mismo)




Pero no. Resulta que el mapa representa el "Cambio en la estación vegetativa (período libre de heladas) debido al humo durante el primer año después de 100 explosiones nucleares de 15 kilotones". Ah, bueno. Entonces con comprarme un jersey gordo quizás ya valga.

Ya hace años Carl Sagan y Richard Turco intentaron vender la moto de que lo peor de una posible guerra nuclear a escala global iba a ser el "invierno nuclear" que sucedería al conflicto. Vaya bobada. Si eso fuese lo peor ...

Sagan murió, pero Turco ahí sigue, después de haber pasado por lo del ozono metiendo miedo, y ahora firma este artículo, en el que el conflicto nuclear que se modeliza ya no es único y a lo grande, sino muchos y a escala regional. Interesante que en el mapa, la región de Washington y Nueva York queda limpita, mientras que sobre la Península Ibérica pintan un gran borronazo, quizás debido a que en su modelo entra un conflicto nuclear Portugal-España por la cuestión de a quién pertenece la plaza de Olivenza ... Habrán oído campanas y lo han metido.

En el artículo como de pasada, se mete una figurita pequeña de los muertos directos por las explosiones, la radiación y los incendios. Unas cuantas decenas de millones de muertos. Sin importancia. Lo que importa en el artículo es que en algunos regiones la primavera, ese año de los conflictos, se va a retrasar unos cuantos días.

En el artículo también se dice que hoy día en internet puede encontrar cualquiera la manera de cómo fabricar una bombita nuclear. Que el único problema es hacerse con el uranio enriquecido.

Pues bien, yo creo que precisamente la paranoia climática contra el CO2 a lo que nos puede llevar es a la proliferación nuclear de la energía y, en consecuencia, a que se permita la fabricación de uranio enriquecido en cualquier país del mundo (aunque sean chiítas). De ahí a que estallen conflictos regionales nucleares no habrá más que un paso.

referencia: Toon O. et al., 2007, Consequences of regional-scale nuclear conflicts, Science, 2 March 2007, 1224-25