12 septiembre 2006

Carbón líquido



Hoy leo en el Diario Vasco que la empresa guipuzcoana Irizar (la "multinacional" guipuzcoana) va a montar una nueva planta de autobuses en Sudáfrica. Se acabó hace años el "apartheid" y desde entonces las inversiones extranjeras en Sudáfrica no dejan de crecer.

Por aquel entonces, debido precisamente al "apartheid", que dificultaba la importación de petróleo, una empresa química sudafricana, Sasol, comenzó a fabricar "gasolina" mediante el procedimiento indirecto (Fischer-Tropf) de gasificar y licuar carbón, muy abundante en aquel país. Hoy, el 30% de la "gasolina" que usan los vehículos de Sudáfrica tiene esta procedencia. Los precios altos del petróleo la hacen cada vez más rentable. Es un "diesel" bastante más limpio en subproductos del azufre, que el normal extraído del petróleo. La "pega" es que en el balance final este keroseno emite el doble de CO2 que la gasolina normal. Por eso, para su viabilidad política en Occidente parece necesario desarrollar los procesos de recogida del CO2 creado.

Los sistemas de licuefacción directa e indirecta del carbón fueron ideados por los alemanes en los años 20 y utilizados en el III Reich. El 90% del keroseno de la Luftwaffe procedía de la licuefacción del carbón.

Ahora no sólo es Sasol, sino también la holandesa Shell, las que compiten por ganarse el mercado en China. Leo que es tal el furor industrial en aquel país por crear plantas licuefactoras de carbón que el Gobierno chino ha pedido prudencia y que se vaya más despacio. Sasol viene desarrollando también un procedimiento de licuar gas natural para convertirlo también en "gasolina". Junto con Chevron, ha iniciado la construcción de una gran planta en Qatar.

Quizás esto de la crisis de la energía es un camelo. Pero a los malthusianos les queda la carta negra de la baraja, esa en la que sale el CO2 retratado con cuernos y tras él un cuadro de un paisaje apocalíptico de tierras calcinadas por la sequía y deslizamientos producidos por lluvias torrenciales.

Un día le pregunté al director de Greenpeace : dime ¿vosotros qué preferís, que se acabe el petróleo o que no se acabe?. Me miró unos instantes y cambió de tema.